Querida mía… hace ya tanto tiempo,
te fuiste en invierno, tan lejos.
Del recuerdo,
hoy mi mente es tu templo.
Divago en las noches largas
solas y sufridas sin ti.
Extraño tu aroma, tu risa, tu forma de mirar.
Infinito como el espacio
es el dolor que me acosa
eras mi preciado topacio
¡Así no vale la pena vivir ¡
El recuerdo es punzante cual espina en mi garganta
Que me impide olvidarte
Que me impide dejar de amarte.
Preguntas sin respuestas
se estrellan contra el silencio
revotan en la nada
explotan y dejan heridas expuestas.
Heridas que sanan en la noche y se abren en el día.
Que me recuerdan tu ausencia, tu lejanía
Que me recuerdan que para mi desgracia
NUNCA VOLVERAS.
Cucho 2008
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