Versión Movil
Mucha Mecha Costa Rica

Rico, La Cadera Y Nuestras Casas

José María Rico, esposo de la presidenta de la República Laura Chinchilla, fue operado de la cadera luego de sufrir una quebradura en el lado izquierdo de esa parte del cuerpo, espero que pronto se recupere pues a su edad es una recuperación lenta y difícil. Más ese no es el tema de este post que nunca va a ser leído, el tema es utilizarlo de ejemplo, ejemplo de cómo se mueve todo en este país y hacer conciencia en algo que hasta este fin de semana pensó la Señora Presidenta amante del Botox.

Hoy por la mañana, mientras disfrutaba del programa Buen Día, el periodista Edgar Silva introdujo el tema de las fracturas de caderas con la noticia del fortuito accidente que sufrió el Primer Caballero, para luego presentar una charla con un especialista sobre el tema, la misma fue excelente y se hablaron temas muy interesantes, sin embargo y he aquí una de las razones de este post invisible, es curioso que se hable del tema solo por el accidente del Sr Rico y no porque realmente sea relevante que los costarricenses conozcan sobre él. Siguiendo con la entrevista y al finalizar la misma, las palabras de Edgar Silva dieron al punto “lo que he aprendido es que hay que ir remodelando la casa”.

Este es el punto fuerte de este post, queridos lectores (si es que hay uno por lo menos), el reloj del tiempo no se detiene NUNCA, sigue avanzando y nosotros con cada día que pasa nos hacemos más viejos, lo cual como es lógico nos expone a accidentes o quebrantos de salud con más facilidad. Así que piensen por un momento ¿Cómo es su casa? Yo sin conocerla, les voy a describir sus casas, sus casas son casas pensadas para jóvenes de 18 años, saludables y vigorosos, en ellas, los toma corrientes se encuentran muy próximos al piso, el cual por supuesto y para no ser menos que nadie, está totalmente recubierto de cerámica, sus casas tienen puertas que solo abren en una dirección, están llenas de cuanto electrodoméstico pudieron comprar, sus casas tienen un desayunador a metro y resto sobre el piso, sus casas tienen un baño en donde es muy posible también se encuentre el servicio sanitario, por supuesto, enchapado hasta donde se pueda con una puerta pequeña y ese murito coqueto que le ponemos para que no se salga el agua, estoy casi seguro que la puerta abre hacia adentro pegando a la pared y encontrándome en la mayoría de los casos con un lavamos y un espejo, el piso reluciente y cerámico no es antideslizante y tenemos esos jueguitos de los almacenes asiáticos de alfombritas.

Ahora, vamos hacia los cuartos, donde pasamos por una pasillo estrecho para encontrar una cama que acapara casi todo el espacio o la mayor parte del cuarto, eso si no es que Dios nos ha bendecido y tenemos una segunda planta y para llegar a ella hay que subir por una majestuosa escalera en forma de caracol o una más simple. Y que tiene esto de malo me dirán ustedes, pues nada, me imagino también que la enfermedad más severa de algunos ha sido un resfriado u otros no han tenido mayor compromiso físico, o todavía gozan de las ventajas de la juventud o una buena salud. Pero recuerden, no siempre vamos a ser jóvenes, ahora les digo, en sus casas no encontrare barandas en las escaleras, ni un medio para subir que no sean ellas, no encontrare manillas de seguridad en los baños, ni baños amplios con acceso a sillas de baño o sillas de rueda, no encontrare cerámica antideslizante en el baño o un cuarto acondicionado para albergar a un enfermo, no encontrare toma corrientes en donde no se necesite ser un contorsionista para poder conectar algún aparato, ni puertas que faciliten que cuatro personas te carguen al ayudarte a entrar, porque no lo encontrare, porque todos creemos que seguiremos siendo jóvenes siempre, no es por el dinero, todos estamos seguros que el Primer Caballero tiene suficiente dinero para colocar estas prevenciones, más nunca pensó que se iba a hacer viejo, la Sra. Presidenta podrá colocarse todo el botox que desee, pero los efectos de la edad no son solo en la figura. Nosotros debemos pensar al comprar o construir nuestro hogar, en que seremos ancianos, podemos enfermarnos o sufrir un accidente. 

El caso del Primer Caballero lo que demuestra es que no solo los pobres no lo piensan, incluso los mejor acomodados económicamente hacen caso omiso al efecto de los años, no esperemos a que la desgracia llegue, porque es difícil lidiar con ella, lo dice alguien que estuvo en cama un año.

Autor : Edward Cortés García ~ Gracias por tomar el tiempo de leer este Weblog

Artículo Rico, La Cadera Y Nuestras Casas Publicado Por Edward Cortés García el día 20/7/10. Espero este artículo fuese de su agrado y me de el honor de leer su opinión mediante sus comentarios 4Comentarios al Post Rico, La Cadera Y Nuestras Casas
 

4 comentarios:

H3dicho dijo... | 20 de julio de 2010, 9:44

Que dificil ser precavidos y pensar en todo esto antes de diseñar nuestras casas.

Espero que el señor se recupere del accidente pronto.

Saludos

Unknown dijo... | 20 de julio de 2010, 12:06

Cuando se diseña un vivienda se parte del supuesto que sus habitantes siempre estarán jóvenes, salvo que la construyan adultos mayores.

El mae del bajo dijo... | 20 de julio de 2010, 14:56

mae esa vara de llamarlo primer caballero me choca... es en serio o vacilando???

Edward Cortés García dijo... | 22 de julio de 2010, 6:48

H3dich0: Yo tambien espero se recupere pronto, pero en lo de ser precavidos, es responsabilidad de nosotros.

Julio Cordoba: Muy buen punto, la idea es que sea a la inversa, que cuando se diseñe una casa pensar que ya somos viejos.

El mae del bajo: Efectivamente ese es el título correcto, Primer Caballero.

Gracias a todos por comentar.